Porque queremos acariciar el alma de todas aquellas personas que necesitan ser acariciadas.
Porque queremos comunicarnos y conectarnos de alma a alma.
Porque queremos honrar el alma de cada ser humano y dignificarlo aún más en sus momentos de mayor vulnerabilidad.
Es tiempo de darnos cuidado y tendernos las manos. Para ello, generamos redes ”almificadoras” y creamos espacios comunitarios en cada rincón de nuestro país, ya que creemos que el cuidado es responsabilidad de todos.
Junto a nuestro equipo de voluntarios buscamos llegar a cada barrio, acercarnos a los hogares y realizar encuentros presenciales en centros de salud, clubes, instituciones religiosas y educativas, y en cada lugar que lo necesiten.
Con nuestra presencia amorosa y compasiva nos proponemos: “Dar vida a cada día de las personas”.